Carta a un amigo (segunda parte)


Siendo joven una de las situaciones más complejas por las que pasé fue cuando cambié de casa, porque con la nueva casa venia un nuevo barrio y en el nuevo barrio venían nuevas personas, era fácil sentirse intimidado por todo a mi alrededor, aun mas cuando empecé a sentirme observado por un tipo desde una de las esquinas cerca a mi casa, casi siempre me lo encontraba allí recostado contra la pared siguiéndome con la mirada, alguna vez al pasar a su lado pude notar algunos de sus rasgos, su cabello corto y la piel quemada por el sol me hizo entender que seguro estaba en el ejercito (algo que con el tiempo confirmé) era delgado, alto y no dejaba de mirarme mal con el par de ojos verdes que le había concedido la genética, yo, siendo el nuevo del barrio intentaba pasar lo más rápido posible por esa esquina para evitar confrontarlo, algo que con el paso de los años cambio.

Con el paso del tiempo y las circunstancias aquel personaje intimidante se convirtió en un cómplice en muchos de mis momentos y en los momentos de mis amigos, su aspecto tosco de aquel entonces no era más que una coraza que ocultaba a una de las personas mas nobles y leales que había conocido, estaba allí para quien le necesitara, y si bien la vida siempre le tocó cuesta arriba nunca le vi un momento de desanimo o desfallecer ante las dificultades, por el contrario su fuerza y su coraje me hizo admirar su resiliencia, así es él, un amigo único que me brindó siempre su apoyo y sé que cuando lo necesitó también le apoye con lo que tenía a mi alcance, a veces la vida es curiosa, aquel tipo que me miraba mal y que años después me confeso que yo le caía mal sin razón alguna esta hoy como protagonista de una historia que no había sido contada.

Solo espero que tu camino afloje, que la suerte te sonría y que sigas permitiéndonos ser cómplices como cuando éramos jóvenes, hoy, en la celebración de tu este día, quiero expresarte mi más sincera felicitación. Aunque nuestros caminos se cruzaron en circunstancias iniciales llenas de incertidumbre y miradas desafiantes, descubrí en ti a un ser humano noble y leal, dispuesto a estar presente en cada uno de nuestros momentos. Tu fortaleza y valentía ante los desafíos de la vida me han inspirado profundamente, y me siento agradecido por tener un amigo tan único y admirable como tú. ¡Feliz cumpleaños, querido amigo!

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