Carta a un amigo (Cuarta parte)


Hace algunos años de la mano de un técnico de futbol se puso de moda una palabra nueva para muchos: “resiliencia” con la que definen esa capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos, en el barrio le dicen “entrompar” y es la palabra con la que definiría al protagonista de estas letras, un amigo/cuñado del que siempre he admirado su capacidad de sobreponerse a las dificultades y sacar provecho de ellas imponiéndose y saliendo fortalecido de ellas, hasta el punto que terminó siendo profesor quien en un principio era carpintero, un giro de la vida que me sorprendió, más cuando en su prontuario contaba como moldeó a un joven inocente del barrio: Hernando, encarnación de virtud, quién conoció la senda de la decencia hasta que su destino cruzó el umbral de su encuentro sublime con Gabino o como se decía en el barrio en esos días: “Gabino se tiró al H”.

Pero bien, dejando atrás aquellos momentos vale la pena volver sobre su resiliencia, y entre mis amigos siempre destacaré esa capacidad que ha salido a relucir en cada momento de su vida, lo he visto emprender, fallar, volver a intentarlo, sacrificar su tiempo y volver a iniciar un nuevo proyecto, y obtener logros y de alguna manera he festejado cuando los ha conseguido, demostrando su fuerza, su constancia y su inteligencia, nunca lo he visto decaer siempre se le ve con la frente en alto, orgulloso luchándola y logrando lo que se propone, algo que me llena de admiración y respeto.

Tengo un amigo que en la cancha se convirtió en un bastión, un defensa fuerte, casi impasable, que imponía su presencia sobre los rivales y que cumplía su tarea a cabalidad, un defensa de temple robusto, áspero en su gracia, en su puesto impenetrable y entregado, danza entre la rudeza y la entrega con majestuosidad garantizando proteger nuestro arco y así nos permitía a los demás hacer nuestro trabajo de intentar anotarle al rival para sacar ventaja de ello.

Tengo un amigo que tiene la palabra precisa en los momentos en que la he necesitado, inteligente, sincero, optimista, recursivo, aunque a ratos imprudente, que ha sido un buen compañero para mi hermana y que no se niega un momento de esfuerzo o colaboración cuando se precisa, un amigo a quién admiro por su resiliencia con todo lo que ello significa, tengo un amigo que completa medio siglo de vida por ello en este día especial, celebro su natalicio con estas palabras, que sea un día para festejar por un valeroso defensor, cuya fortaleza en el campo de juego es solo igualada por la nobleza de su espíritu. ¡Feliz cumpleaños! al amigo y al guardián del corazón de una de las personas que más amo en la vida.

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